Había mucha expectación entre todos por la importante fecha que se aproximaba en el calendario y que, para ellos, se había adelantado: la visita del Conejo de Pascua. Por eso, cuando el visitante se hizo presente la alegría fue generalizada.
Se trató de una actividad preparada por las profesoras jefe de los cursos de Primer Ciclo, para que que los niños pudieran cerrar la semana con la dulzura de un huevito de chocolate y la entretención de un pequeño momento de esparcimiento junto al querido personaje.