Cuando entré me encontré con abuelitos y abuelitas caminando; otros en silla de ruedas; y otros simplemente tendidos en su habitación sin poder hacer nada por si solos…
Me cuestioné a mi misma, temas como ¿por qué me tendría que dar a asco limpiarle la mucosidad de la nariz, su vomito o el que tozan?; ¿por qué? si son personas que están solas, algunas voluntariamente, otras, abandonadas; ¿por qué no ayudar a alguien que necesita de otros para poder vivir el último tiempo que les va quedando?, somos todos seres humanos al final de todo. Y me sentí feliz y orgullosa de estar en quel lugar y ver que puedo ser parte de la vida de las personas que quizás no me conocen…
Logre mi objetivo, responderme a mi misma como persona mis cuestionamientos. Nelly Becker (residente del hogar) me ayudo, es mi amiga y forme un lazo muy lindo con ella, el cual quiero mantener. Ella me hizo ver que los momentos que pasa conmigo son agradables y divertidos. Me siento muy feliz de haber tenido esta experiencia y de lo logrado en aquel lugar».