INTRODUCCIÓN
Hemos escuchado recientemente de un término que lo han puesto de moda los políticos, porque lo usan indistintamente para hablar de educación o para hablar de política. La gran mayoría de quienes están en los medios utilizan esta palabra y no tienen la menor idea de su significado, más aún se atreven a hacer propuestas al respecto careciendo de toda racionalidad. Este hecho me motivó a realizar el presente resumen que comparto y pongo a disposición de nuestra comunidad educativa.
La propuesta de hacer escuelas inclusivas en realidad nace de la Unesco. En USA, se aplica en algunos estados y se realizan algunas experiencias en España. En nuestro país se toman estos elementos y se conjugan para darle un marco propio y de mayor significación, para pasar a ser parte del proyecto político del gobierno actual.
Se fundamenta en que el derecho a la educación es un derecho humano básico que está en la base de una sociedad más justa. Para lograr este derecho, el movimiento de Educación para Todos de la Unesco, está trabajando a fin de que haya una educación básica de calidad para todos.
La educación inclusiva supone un impulso a la agenda de la Educación para Todos, desarrollando formas de habilitar a las escuelas para que atiendan a todos los niños y niñas de su comunidad, como parte de un sistema inclusivo. La educación inclusiva se centra en todos los alumnos, prestando especial atención a aquellos que tradicionalmente han sido excluidos de las oportunidades educativas, tales como los alumnos con necesidades especiales y discapacidades, niños pertenecientes a minorías étnicas y lingüísticas, y otros (Temario Abierto sobre Educación Inclusiva UNESCO).
Es la educación ideal, la cual esperamos poder alcanzar algún día. Una educación que requiere de una reforma y cuya clave son los profesores. Sin embargo, siguiendo esta línea hoy nos preguntamos: ¿Están nuestros profesores preparados para ello?; ¿Están nuestros apoderados preparados para ello?; ¿Está nuestra sociedad preparada para ello?. Las anteriores interrogantes nacen del hecho, que la reforma no solo tiene que ver con un cambio de paradigmas o cultural sino más bien, con la posibilidad cierta que los costos de educación se incrementan significativamente y debemos ser capaces de sustentar dicha carga y proveer a que no nos pase lo que lamentablemente le ocurrió no hace mucho, a algunos países del viejo continente, como España, Portugal, Grecia, etc.
LA EDUCACIÓN INCLUSIVA
La Educación Inclusiva implica que todos los jóvenes y adultos de una determinada comunidad aprendan juntos, independientemente de su origen, sus condiciones personales, sociales o culturales, incluidos aquellos que presentan cualquier problema de aprendizaje o discapacidad.
Se trata de una escuela que no pone requisitos de entrada ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo, para hacer realmente efectivos los derechos a la educación, a la igualdad de oportunidades y a la participación. En la escuela inclusiva, todos los alumnos se benefician de una enseñanza adaptada a sus necesidades y no sólo los que presentan necesidades educativas especiales.
La Educación Inclusiva se entiende como la educación personalizada, diseñada a la medida de todos los niños en grupos homogéneos de edad, con una diversidad de necesidades, habilidades y niveles de competencias. Se fundamenta en proporcionar el apoyo necesario dentro de un aula ordinaria para atender a cada persona como ésta precisa, entendiendo que podemos ser parecidos pero no idénticos unos a otros y, con ello, nuestras necesidades deben ser consideradas desde una perspectiva plural y diversa.
Con el tema HACIA EL DESARROLLO DE ESCUELAS INCLUSIVAS, entidades como UNICEF, UNESCO, Fundación HINENI, señalan que la educación inclusiva se asocia frecuentemente con la participación de los niños con discapacidad en la escuela común y de otros alumnos etiquetados «con necesidades educativas especiales». Sin embargo, esta acepción estaría más relacionada, según lo expresado anteriormente, con el concepto de integración educativa y no el de inclusión.
El concepto de educación inclusiva es más amplio que el de integración y parte de un supuesto distinto, porque está relacionado con la naturaleza misma de la educación regular y de la escuela común.
El proceso de integración educativa, por ejemplo, ha tenido como preocupación central reconvertir la educación especial para apoyar la educación de los niños integrados a la escuela común, trasladando, en muchos casos, el enfoque individualizado y rehabilitador, propio de la educación especial, al contexto de la escuela regular. Desde esta perspectiva, se hacían ajustes y adaptaciones sólo para los alumnos etiquetados «como especiales» y no para otros alumnos de la escuela.
El enfoque de educación inclusiva, por el contrario, implica modificar substancialmente la estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica de las escuelas para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, de forma que todos tengan éxito en su aprendizaje y participen en igualdad de condiciones.